Nahiz eta "agurra" idatzita izan, irakurri berri ditudan artikulu eta eleberri banakin bueltatzen naiz blog honetara.
Lucia Berlinen liburua irakurtzen hasi ondoren ezin izan nuen utzi bukatu arte. Eskerrak oporretan nengoela!
Artikuluari dagokionez, hasierako bi paragrafo kopiatzen ditut baina osoa irakurtzea merezi duela uste dut, hemen lotura:
Ver series o películas mostrando a las mujeres tal y como somos hace que nos enamoremos de nosotras mismas, que nos sintamos de carne y hueso, y no figuras que cuelgan temerosas al otro lado del hilo telefónico
Cuando tomas conciencia feminista, ya no existe un sólo
momento del día en el que puedas desconectarla para intentar disfrutar
de alguien o de algo donde brillen tintes machistas. También es cierto
que, personalmente, si existiera un botón que parara automáticamente la
perspectiva de género, yo no lo pulsaría. No me siento mal estando
incómoda con personas o situaciones machistas. Quiero estar incómoda.
Quiero cabrearme. Creo que he llevado la venda demasiado tiempo.
A cuenta del feminismo, he dejado atrás libros, personas, películas,
actividades y series, entre otras muchas cosas. Las he dejado felizmente
atrás, debería añadir. Antes de tener conciencia feminista todo era
mucho más turbio. Había situaciones y personas que me rechinaban y no
sabía justificar por qué. Y cuando no puedes explicar qué es lo que
sientes, te lo callas, no lo compartes, te lo guardas. Y te acaba
haciendo bola. Mi vida, como la de cualquier feminista, ha ido
transformándose en una experiencia mucho más liberadora gracias a que
he sabido ponerle nombre, apellidos y razones a todas esas cosas y
personas que nos dañaban o hacían revolvernos en la silla en mayor o
medida.